Cómo limpiar la chimenea de leña

Cómo limpiar la chimenea de leña

Las chimeneas generan, a causa de la combustión acumulada en el cañón de humos, mucha suciedad u hollín. El hollín son partículas de carbón, óxidos, ácido sulfúrico, etc., que se desprenden de la combustión que se realiza en una chimenea.

Para un correcto y eficiente funcionamiento de una chimenea, es necesario limpiar el hollín de manera periódica con los deshollinadores. Se sugiere hacer una limpieza de chimenea a fondo una vez al año y un mantenimiento por lo menos una vez cada semana durante la época invernal.

Hay fundamentalmente dos maneras de limpieza:

Manual: Mediante una cepillo de deshollinar llamado erizo. Los profesionales suelen usar erizos eléctricos, pero, si procedes a hacer limpiezas periódicas, con uno manual tendrás bastante. Vienen provistos de una guía ligeramente flexible, para alcanzar toda la longitud de la chimenea. Primero debes proteger el frente de la chimenea con papel o plásticos, con el cepillo y recogedor, elimina todos los restos de cenizas que permanezcan en el hogar. Asómate al interior de la chimenea y, con una linterna, intenta ver el estado del tubo. Sella el frente de la chimenea con dos plástico solapados, pero dejando una abertura en el centro. Ponte gafas, mascarilla y guantes. Introduce el cepillo deshollinador poco a poco intentando frotar lo más posible, pero con cuidado, para evitar que se suelten los tubos del conducto. Ve desenrollando el mango para alcanzar tota la longitud del tubo. Cuando notes menos resistencia interior, habrás desprendido del tubo la mayor parte de los residuos. Saca el cepillo y, con cuidado, retira los plásticos. Con el aspirador de hollín recoge todos los restos que hayan caído al hogar. Si lo tiene, comprueba que el tiro está libre de residuos y abre y cierra bien. Si no es así, aspíralo también. Limpia la embocadura de la chimenea y la base y ya tienes lista tu chimenea hasta el año siguiente. Para mantenerla en buenas condiciones, haz limpiezas químicas de mantenimiento con leños y bolsas deshollinadoras, durante la temporada de uso.

Química: Con la quema de productos que originan una reacción química que disuelve los residuos sólidos, como la creosota. Son las bolsas y leños deshollinadores y debe constituir una limpieza de mantenimiento durante la temporada de uso. Con los deshollinadores en polvo, por el contrario, hay que dejar encendida la chimenea 30 minutos. Una vez hecho, se debe poner el producto en polvo sin sacarlo del envoltorio y dejarlo quemar. Si el uso de la chimenea es durante el fin de semana, con una bolsa es suficiente. De uso es moderado (dos o tres días semanales), con dos bolsas se puede realizar la limpieza de chimenea. Si se usa por encima de estos dos o tres días, entonces hay que utilizar tres bolsas o la cantidad que te recomiende el fabricante.

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